Un niño llora que no quiere ir a la escuela, un adolescente que no quiere hacer sus tareas, cientos de jóvenes fracasan todos los años ¿por qué? ¿qué estamos haciendo mal? Pues, hay muchos factores que pueden jugar un papel importante en la educación, hay muchas razones que llevamos ignorando desde hace tiempo, pero que todos conocemos que están ahí. Llegó el momento que exijamos un cambio para que la educación de los jóvenes tenga un resultado positivo.

  1. Las escuelas empiezan sus jornadas demasiado tempranoESCUELA, EDUCACIÓN, APRENDIZAJE

Un estudio de la Universidad de Minnesota concluyó que los colegios que inician su jornada a las 8:30am o más tarde, permite que más del 50% de los estudiantes obtengan un mínimo de 8 horas de sueño.
Aquellos adolescentes que no obtienen por lo menos 8 horas de sueño tienden a incrementar el riesgo de sufrir depresión, usar más cafeína y eleva la posibilidad de uso de otras sustancias.
Porque los jóvenes no sienten sueño antes de las 10pm, su ritmo interno sale de balance cuando tienen que madrugar. El empezar las jornadas más tarde reduce el nivel de ausencias y tardanzas, produce mejoras en su rendimiento y presenta un incremento en sus notas, incluyendo materias como matemáticas, ciencias y estudios sociales.

2. Empiezan en edades muy tempranaspexels-photo

En la mayoría de los países, la edad de entrada a los jardines de infancia es de 5 o 6 años, sin embargo esto puede ser perjudicial para los niños. Un estudio dirigido por Thomas Dee, en Cambridge, Massachusetts demostró que empezar la escuela a los 7 años (cuando los niños tienen la madurez para enfrentarse a esto) reduce la falta de atención y la hiperactividad, países como Filipinas ya implementan este mínimo de edad.

Hay mucha controversia con respecto a esto, pero muchos científicos concuerdan con que los primeros años de la educación (pre-escolar y jardín de niños) debería basarse en juegos, que a pesar que ya desde el siglo XIX se conocen sus beneficios (desarrollo motriz, físico, cognitivo, afectivo, psicológico, sociológico y lingüístico) como parte integral del desarrollo de los infantes, el juego queda relegado al tiempo de ocio.

3. La carencia en desarrollo de Inteligencias Múltiples

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Howard Gardner y sus colaboradores de la prestigiosa Universidad de Harvard advirtieron que la inteligencia académica (la obtención de titulaciones y méritos educativos; el expediente académico) no es un factor decisivo para conocer la inteligencia de una persona.

Sin embargo, las escuelas siguen enfocándose solo en ciertas áreas, en vez de explorar y explotar todas, para ver en qué tipos de inteligencias se destaca cada niño (Visual-espacial, musical, corporal-cinestética, interpersonal, lingüístico-verbal, logístico-matemática, naturalista, intrapersonal)

4. Las Tareaschild-865116_960_720

Las escuelas siguen asignando tareas, en periodos escolares vemos a los padres preocupados por las prácticas de matemáticas, la tarea de español, la lectura de inglés y otro sin número de asignaciones, que no sólo le agregan estrés a los niños y padres, sino que no hay un solo estudio que apoye la teoría de que las tareas “son necesarias para el desarrollo y aprendizaje“.

Además de ser innecesaria, le resta tiempo familiar a los niños y pone tensión en las relaciones familiares.

5. La escuela debería ser para aprender a pensar y no para memorizarESCUELA, EDUCACIÓN, APRENDIZAJE

El proceso de aprendizaje no está basado en que los niños aprendan, sino que memoricen una cantidad de datos (hasta que pasen el examen) para luego ser olvidados.

Según Robert Swartz, Doctor en Filosofía por la Universidad de Harvard y profesor emérito de la Universidad de Massachusetts, las escuelas no enseñan a razonar, sino a memorizar, lo que lleva a que hoy entre un 90% y 95% de las personas no sepan pensar. El pensamiento crítico funciona no sólo en la escuela, sino en deportes, en resolución de problemas y crea una capacidad de análisis fundamental para el desarrollo.

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