Se supone que la lactancia es lo más normal del mundo. La lactancia es la forma más natural de alimentar al bebé, es fácil ¿verdad? ¡PUES NO! Dar pecho fue uno de los aspectos más retadores de la maternidad. Por lo menos para mí, fue así.
Como mamá primeriza te preocupas por tener todo lo que tu bebé necesitará. Vas religiosamente a todas las citas médicas, programas el parto, tomas las vitaminas y por tu mente nunca pasa que dar pecho será un desafío.
Con mi primer hijo, intenté y debo decir que fracasé. Fue extremadamente doloroso (sobre todo al principio), a los días mis pezones sangraban y peor aún, no parecía que pudiera hacer suficiente leche como para mantenerlo satisfecho. Complementé con fórmula, y para cuando mi hijo cumplió tres meses, rechazó tajantemente el pecho como si le pareciera insultante que yo me atreviera a ofrecérselo, y yo no tenía idea por qué.
Tres años después intenté nuevamente con mi hija y por más que me esforcé, la historia se repitió casi que igual.
Estaba frustrada y decepcionada, ¿Cómo era posible que no pudiera hacer algo tan «sencillo» y natural como amamantar a mi bebé? Pues, no es tan fácil como parece, o por lo menos como crecemos creyendo.
Para cuando quedé embarazada de mi tercer bebé pensé «esta vez sí lo haré». Tenía a dos amigas que habían logrado lactancia exclusiva y yo estaba segura que lo que no estaba haciendo bien, podía mejorarse.
Me envolví en una conversación profunda con el tío Google. Busqué distintos problemas que se pueden dar durante la lactancia, busqué las razones por las que duele, busqué sobre no hacer suficiente leche, busqué información sobre extracción de leche y busqué todo lo que se me ocurrió que podría ir mal. Algunas cosas aclaré en internet, otras tuve que preguntar, pero me sentía más preparada.
Se llegó el día en el que tuve a mi tercera hija y estaba desesperada por iniciar. Cuando la trajeron a la habitación, lo primero que hice fue pegarla al pecho. Para mi sorpresa, luego de algunas tomas, nada había cambiado, ya estaba empezando a sentir los pezones adoloridos y la bebé parecía muerta de hambre todo el tiempo.
Sabía que como había sido cesárea todavía no estaba produciendo leche, solo calostro, y decidí tener paciencia. Tal vez la razón por la que me estaba doliendo era por eso y cuando saliera leche, la bebé estaría satisfecha.
Pero el primer día en el hospital hubo un cambio, algo que no había pasado antes. La enfermera me preguntó ¿La bebé es pecho exclusivo o va a tomar fórmula?. Yo me sentí valiente y respondí «pecho exclusivo», ella asintió y se fue. No se llevaron a la bebé en toda la noche para poderla amamantar, y yo no sabía que eso era posible. Dormí con mi bebé y le di pecho cada vez que lo necesitó. Fue agotador, pero fue un primer paso.
Lo siguiente fue que el pediatra de mi hija (recomendado por mi ginecólogo) me pregunta sobre mi experiencia con lactancias anteriores. Y yo sin pena le dije que fueron un desastre. Él muy comprensivo me dio el número de una de las líderes de la liga de la leche en Panamá (no sabía ni qué era eso) y me dijo que le consultara cualquier duda que tuviera. En el momento no lo hice, pero lo tuve presente.
Luego de un par de días, ya no aguantaba los pechos, lloraba de frustración y nuevamente sangraban mis pezones. No había dejado de dar pecho en ningún momento, pero sentía mis fuerzas flaqueando.
Tip: dejarte un poco de leche en el pezón y dejar el pecho al aire libre un rato ayuda a aliviar los pezones agrietados.
Llamé a mi amiga, ella me recomendó una crema a base de lanolina para aliviar el dolor, de hecho fue hasta mi casa y me la llevó (Gracias Nadia, te amo). Funcionó para aliviar el dolor y cerrar las heridas, yo recomiendo Lasinoh o Medela. Ambas son marcas especializadas en bebés y no tienes que quitártela antes de dar pecho pues no es tóxica.
Finalmente como a los 15 días estaba por rendirme. Le escribí a la chica de la Liga de la leche. Ella me mandó una imagen sobre la posición correcta de la boca (labios incluídos) en la que debe estar la bebé y me pidió que tratara de acomodarla con mis manos.
Luego de ir a la reunión me enteré de un montón de cosas más que me ayudaron a entender por qué fallé las dos primeras veces. Gracias a ella logré adaptarme y darle pecho exclusivo a mi tercera bebé. Gracias Lorena, mil veces gracias.
La primera sorpresa que me llevé es que la lactancia no debería doler tanto.
Si duele, o es incómodo por más de 1 minuto, la posición del bebé es incorrecta. Cuando piensas que el bebé sabe lo que hace al pegarse al pecho, te equivocas. Si bien es cierto que los bebés tienen un instinto natural de succión, no siempre se saben acomodar, y hay que hacerlo manualmente. Además la posición del cuerpo del bebé también influye.
La otra mentira que develé: cuando piensas que no haces suficiente leche debes complementar con fórmula.
Nos sentimos así porque el bebé acaba de comer y sigue llorando, te das cuenta que sigue con hambre, pero tus pechos se siente vacíos, el pensamiento lógico es «no estoy haciendo suficiente leche» y complementamos con fórmula. Esta confusión también se da porque siempre hay quien te dice «te pegas el bebé 5 minutos en un pecho y luego lo pasas al otro». Esto no es cierto, el bebé debe permanecer en el pecho a libre demanda y hasta que lo vacíe, no importa si toma 20 minutos o 40.
Pensamos que no pasa nada si te saltas una toma con el pecho mientras el papá (o alguien más) le da fórmula (o leche materna) para que tu puedas dormir un rato porque lo necesitas.
Estamos tan agotadas los primeros días que con gusto aceptamos que alguien más se encargue del bebé por un rato, lo cual no está mal, pero nunca debes saltarte una toma. Si tu bebé está comiendo (fórmula o leche extraída) debes de igual forma ordeñarte, esto para evitar que tu flujo disminuya, pues la cantidad de leche que hagas dependerá siempre de la demanda que reciban tus senos.
Pensar que todos los pechos son iguales, por ende, todos funcionan de la misma manera.
Pues no, los pechos tienen distintas formas e incluso los pezones son diferentes. En mi búsqueda de información fue que me di cuenta que mis pezones son planos ¿qué significa esto? que cuando los aprietas se ponen planos, lo que crea un nivel distinto de dificultad para el agarre del bebé, sin embargo, no es un impedimento para la lactancia. Y así como hay pezones planos, también hay invertidos y hasta peludos.
El tipo de extractor que uses no importa.
Para mis primeros hijos utilicé un extractor manual, pero es cansón y crea un esfuerzo físico innecesario para una madre ya cansada, lo cual dificulta aún más la lactancia. Recomiendo un extractor eléctrico, que tiene mejores resultados y es menos esfuerzo para la madre. El mío lo pedí por internet, porque la misma marca en Panamá la vendían al más del doble de su precio en Amazon. El extractor eléctrico definitivamente ha hecho una gran diferencia en el que pueda mantener la lactancia exclusiva.
Crisis de crecimiento ¿Qué es eso?
En la reunión de la liga de la leche me enteré de que los bebés pasan por algo llamado crisis de crecimiento. Esto significa que los bebés no crecen progresivamente día a día como pensamos. No. Ellos crecen un montón en cuestión de un día o dos. Por eso se le queda la ropa de un día para otro. Esto significa que demandan más leche en ciertos periodos y que reaccionan de manera diferente a cada crisis. Es por esto que a los 3 meses mis dos primeros hijos rechazaban el pecho ¡de haber sabido!
¿Para qué pasar todo este trabajo si puedo simplemente darle fórmula a mi bebé?
Pues sí, pero hay muchísimos beneficios en la lactancia materna exclusiva. Te menciono algunos:
- La fórmula, aunque intenta replicar la leche materna siempre se queda corta. La leche materna tiene anticuerpos que protegen a tu bebé de todo tipo de virus, bacterias y enfermedades.
- Es barata. Una lata de fórmula te puede estar saliendo entre 12 a 30 dólares dependiendo de la marca y tamaño. Digamos que (siendo conservadores) tu bebé solo requiera dos latas al mes, en los primeros 6 meses de vida ya te gastaste de 144.00 a 360.00 dólares, y tomando en cuenta que tu bebé debe tomar leche especial por lo menos por sus primeros 2 años, es un gran gasto.
- La leche materna es específica para tu bebé, incluso notarás que hasta cambia de color, esto se debe a que algunos días tu leche tendrá más anticuerpos, otro día más grasa y todo depende de lo que tu bebé necesite.
- Mientras estés en lactancia exclusiva, tu periodo se detiene. Incluso funciona como un método anticonceptivo gratis.
- Es una forma inigualable de crear un lazo amoroso con tu bebé. Además del sentido de satisfacción que tienes al poder alimentarlo.
Hay beneficios, también tiene sus sacrificios, pero la lactancia materna es uno de los mayores placeres de la maternidad que he podido experimentar. He sido mamá de botella y entiendo lo difícil que es llegar a este punto, por lo que nunca juzgaré a las madres que decidan darle fórmula a sus bebés, pero si tienes la oportunidad de dar pecho, se los recomiendo.