Si te sientes agobiado, estás siempre de mal humor y hay días en los que ya ni sonríes porque sientes que los problemas te superan; es posible que estés mirando todo desde una mala perspectiva o que estés empleando una mala estrategia para manejar las malas situaciones.
Sin importar quién seas o qué hagas, siempre habrá algo que salga mal, no porque tengas mala suerte, sino porque es parte de la vida y el primer paso a dar es aceptar que a veces la vida no va como queremos.
Para manejar estas situaciones es importante que te hagas las preguntas correctas, ¿Por qué? Porque las preguntas que nos hacemos se convierten en pensamientos, luego en palabras y terminan siendo acciones; por ejemplo, si te preguntas una y otra vez «¿Por qué todo lo malo me pasa a mí?» llegará el momento en que pienses que sólo te pasan cosas malas a ti y comenzarás a actuar como si ya nada importa porque «todo lo malo te pasa a ti», convirtiéndote en tu propia mala influencia.
Todos los días hablas contigo mismo y tu cerebro se cree lo que le dices, por eso es importante prestar atención a los pensamientos y las preguntas que te haces.
Reemplaza la pregunta ¿Qué más puede salir mal? con la pregunta ¿Qué podría hacerme felíz en este momento? tu mejor arma contra la negatividad es tener el poder de elegir tus pensamientos positivos y olvidarte de los negativos.
En vez de pensar en ¿Cuántos problemas más voy a tener?, piensa en qué problema estás felíz de no tener y sonríe, porque aunque las cosas no siempre son fáciles, tienes cosas por las cuales estar agradecido.
Cambia «eso es culpa de fulano» por «voy a encontrar una solución», muchas veces perdemos tiempo y esfuerzo culpando, señalando y peleando, en vez de buscarle una solución a los problemas, repartir culpas sólo nos trae aún más problemas y cansancio; los culpables no son importantes, las soluciones sí.
Perdona a quien sea que te haga daño, porque el mantener resentimientos no le hace daño a la otra persona, te lo hace a ti. Que perdones a alguien no significa que sea necesario que mantengan una relación, pero te liberará de las emociones negativas que te atan a ellos.
¿Qué aprendiste? A veces tenemos situaciones que nos hacen sentir como si el «hubiera» fuese posible y nos envuelve en arrepentimiento; pero es preferible pensar en las lecciones que hemos aprendido para futuras experiencias, y no tanto en las opciones perdidas en el pasado.
La vida está llena de situaciones que definitivamente no podemos controlar, pero podemos elegir nuestra reacción, cómo pensamos al respecto y qué significará para nosotros, entonces, no permitas que estas situaciones te afecten negativamente, tienes el poder de recibir tus experiencias con buena vibra y convertirlas en lecciones.