Sí, los científicos del Instituto Neurológico Mediterráneo Neuromed en Pozzilli (Italia) lograron probar que la pasta realmente te ayuda a mantener un índice de masa corporal sano, reduce el riesgo de padecer obesidad general y abdominal.
No, esto no significa que puedes llenarte de Mac&Cheese todos los días y estarás fit. Si bien es cierto que los resultados mostraron que aquellos que comen pasta tienen una menor circunferencia de la cintura y mejor relación cintura-cadera, esto también va ligado a la preferencia de la dieta mediterránea y al tamaño de las porciones.
Pero ¿Qué es la dieta del mediterráneo?
Además de la pasta, la dieta del mediterráneo incluye consumir cereales, pescados y grasas saludables. Te tenemos algunos datos sobre esta dieta.
1. UTILIZAR EL ACEITE DE OLIVA COMO PRINCIPAL GRASA DE ADICIÓN
Es el aceite más utilizado en la cocina mediterránea. Es un alimento rico en vitamina E, además de sus propiedades cardioprotectoras. Este alimento también otorga a los platos un sabor y aroma únicos.
2. CONSUMIR ALIMENTOS DE ORIGEN VEGETAL EN ABUNDANCIA: FRUTAS, VERDURAS, LEGUMBRES, CHAMPIÑONES Y FRUTOS SECOS
Las verduras, hortalizas y frutas son la principal fuente de vitaminas, minerales y fibra de nuestra dieta y nos aportan al mismo tiempo, una gran cantidad de agua. Gracias a su contenido elevado en antioxidantes y fibra pueden contribuir a prevenir, entre otras, algunas enfermedades cardiovasculares y algunos tipos de cáncer.
3. EL PAN Y LOS ALIMENTOS PROCEDENTES DE CEREALES (PASTA, ARROZ Y ESPECIALMENTE SUS PRODUCTOS INTEGRALES)
El consumo diario de pasta, arroz y cereales es indispensable por su composición rica en carbohidratos. Nos aportan una parte importante de energía necesaria para nuestras actividades diarias.
4. LOS ALIMENTOS POCO PROCESADOS, FRESCOS Y DE TEMPORADA SON LOS MÁS ADECUADOS
Es importante aprovechar los productos de temporada ya que, sobre todo en el caso de las frutas y verduras, nos permite consumirlas en su mejor momento, tanto a nivel de aportación de nutrientes como por su aroma y sabor.
5. CONSUMIR DIARIAMENTE PRODUCTOS LÁCTEOS, PRINCIPALMENTE YOGURT Y QUESOS
Nutricionalmente se debe que destacar que los productos lácteos como excelentes fuentes de proteínas de alto valor biológico, minerales (calcio, fósforo, etc) y vitaminas. El consumo de leches fermentadas (yogur, etc.) se asocia a una serie de beneficios para la salud porque estos productos contienen microorganismos vivos capaces de mejorar el equilibrio de la microflora intestinal.
6. LA CARNE ROJA SE TENDRÍA QUE CONSUMIR CON MODERACIÓN Y SI PUEDE SER COMO PARTE DE GUISOS Y OTRAS RECETAS.
El consumo excesivo de grasas animales no es bueno para la salud. Por lo tanto, se recomienda el consumo en cantidades pequeñas, preferentemente carnes magras, y formando parte de platos a base de verduras y cereales. Las carnes procesadas en cantidades aún más pequeñas o como ingredientes de bocadillos.
7. CONSUMIR PESCADO EN ABUNDANCIA Y HUEVOS CON MODERACIÓN.
Se recomienda el consumo de pescado azul como mínimo una o dos veces a la semana ya que sus grasas – aunque de origen animal- tienen propiedades muy parecidas a las grasas de origen vegetal a las que se les atribuyen propiedades protectoras frente enfermedades cardiovasculares.
Los huevos contienen proteínas de muy buena calidad, grasas y muchas vitaminas y minerales que los convierten en un alimento muy rico. El consumo de tres o cuatro huevos a la semana es una buena alternativa a la carne y el pescado.
8. LA FRUTA FRESCA TENDRÍA QUE SER EL POSTRE HABITUAL.
Las frutas son alimentos muy nutritivos que aportan color y sabor a nuestra alimentación diaria y son también una buena alternativa a media mañana y como merienda. Los pasteles y dulces solo ocasionalmente.
9. EL AGUA ES LA BEBIDA POR EXCELENCIA.
El agua es fundamental en nuestra dieta. El vino es un alimento tradicional en la dieta mediterránea que puede tener efectos beneficiosos para la salud consumiéndolo con moderación y en el contexto de una dieta equilibrada.
10. REALIZAR ACTIVIDAD FÍSICA TODOS LOS DÍAS.
Mantenerse físicamente activo y realizar cada día un ejercicio físico adaptado a nuestras capacidades es muy importante para conservar una buena salud, tan importante como comer adecuadamente.