Le llaman «crisis del primer cuarto de vida»
Es un poco extraña, sabes que tu vida está a penas iniciando, pero te das cuenta que cada vez es más difícil ver a tus amigos por distintas razones, por lo que tu círculo de amigos se va reduciendo hasta que notas que ya no tienes tantos amigos.
Extrañas la comodidad de estar en la escuela, los grupos y socializar con la misma gente constantemente, sientes como que «todo era mejor en ese tiempo».
Las multitudes ya no son «divertidas», son un tanto incómodas.
Los tragos con amigos se disfrutan mucho más porque son la excusa perfecta para conversar y compartir un rato.
Entiendes que la amistad no se basa en el tiempo, sino en la calidad de las personas que tienes a tu lado, al igual que ya puedes ver cuáles son tus amigos verdaderos y cuáles no eran tan importantes despues de todo.
Tienes más roce con la parte egoísta del mundo, esos amigos de hace mucho tiempo o personas que creías cercanas no son realmente lo que pensabas y muchos te decepcionan.
Comprendes que el tiempo no sana todas las heridas, aprendes a llorar con menos lágrimas pero con más dolor.
Ríes con más ganas y aprendes a apreciar los momentos especiales cuando suceden y no años después.
Entiendes que las peleas rompen lazos mientras que las discusiones surgen en base al cariño y fortalecen las relaciones.
Aprendiste que no existen las segundas oportunidades y que hay que tomar las decisiones cuando se presentan por primera vez en la vida.
Ahora sabes que las parejas van y vienen, que el amor puede ser pasajero pero que hay gente que se queda a tu lado siempre.
Sabes que alguien más puede tener la razón y que una disculpa sincera es más importante que un orgullo intacto.
Comprendes que la confianza es algo que se gana y se cuida, que es para personas especiales, no para todos, que no se regala y que cuando se pierde no es tan fácil recuperarla.
Aprecias las palabras cálidas y sinceras, los oídos atentos, la lealtad, el apoyo incondicional, la amistad verdadera y el amor duradero.
Salir varias veces el fin de semana resulta agotador y significa mucho dinero para tu pequeña billetera.
Las noches de locura, las citas de una noche, las borracheras y el actuar como idiota comienza a parecerte innecesario y totalmente estúpido.
Tienes una constante batalla interna sobre lo que deseas y lo que no, pero tus opiniones se vuelven más fuertes y tu conciencia más sabia.
Te das cuenta que has editado tu lista de las cosas que «están bien y las que están mal» y te encuentras juzgando a los demás un poco más de lo normal porque tienes un criterio más formado y una idea más clara de lo que es aceptable.
Tratas de aferrarte al pasado porque sientes «que fue hace TAN poco tiempo» pero cada vez se aleja más y más, dejándote sin opciones y teniendo que dejarlo atrás, para poder continuar tu presente mirando hacia el futuro.
Miras a tus conocidos y familiares menores que tú y piensas que «están desperdiciando el tiempo» porque sientes «yo sí sabría disfrutarlo… si tan solo pudiera volver a tener 15 o 16 años otra vez» sintiéndote un poco tonto al pensar que en algún momento, una persona mayor te dijo «estás en la mejor época de tu vida» y no supiste entenderlo como lo haces ahora.
Por eso es que debes saber ahora, que todos se sienten así «si pudiera volver el tiempo atrás» es una frase muy común, pero la realidad es que no tenemos más remedio que vivir nuestro presente y se supone que hemos aprendido la lección, así que DISFRUTA CADA SEGUNDO de la vida maravillosa que tienes por delante y sólo mira hacia atrás para ver lo mucho que avanzaste y apreciar hasta dónde has llegado.