Todas las mujeres tenemos normas creadas desde la infancia en cuanto a los hombres que deseamos sean nuestra pareja, claro que todas tenemos nuestros puntos débiles y «doblamos» las reglas por aquellos hombres que nos roban la calma con una mirada, pero debemos hacer nuestras LEYES personales de no salir con cierto tipo de hombre.
1. NUNCA salgas con un hombre casado.
Si te dijo que vive bajo el mismo techo pero duermen en cuartos distintos, si te dijo que hace más de un año que no tienen relaciones sexuales, si te dijo que sólo está ahí por los niños, si te dijo que su esposa es mala, drogadicta o fría en la cama, si te dijo que se casó con ella por lástima, si te dijo que fue un error porque salió embarazada y lo hizo por compromiso… Cualquiera que sea la excusa para que esté buscando a otra mujer, lo más probable es que sea mentira, y si de casualidad es cierto, aún no sería razón para no mudarse o divorciarse.
La mayoría de los hombres que engañan a sus esposas nunca las dejan, siempre habrá una razón, bastante convincente que te dirá con sus ojos de cordero degollado para que logres entender lo miserable que es su vida y que aún así no puede divorciarse.
Y seamos honestas con nosotras mismas, si este hombre deja a su esposa y llega a funcionar una relación con él, ¿podrás soportar la idea de ser «la querida»? Y aunque se llegue a divorciar en algún momento para estar contigo, la nube de duda jamás se levanta «si se lo hizo a ella, me lo hará a mí también». Sin olvidar el hecho de que siempre serás conocida como «la rompe hogares», ya que no importa que problemas haya tenido por años en su matrimonio, tu serás siempre la razón por la que finalmente se fue. Y la situación se torna aún peor cuando hay niños de por medio, porque siempre escucharán dos versiones de la historia y te culparán (aunque no seas tu la causa) de haber separado su familia. Salir con un hombre casado es adquirir sus problemas como tuyos, hasta que la tinta no se haya secado en los papeles de divorcio, aléjate de este tipo de hombres.
2. NO salgas con el MUJERIEGO.
Este tipo de hombre vive del «rush» que le da la conquista, una vez sienta que te tiene completamente dominada perderá interés, son los hombres que he denominado «choque y fuga», claro que le llama la atención cuando le dices que NO, eso es lo interesante del asunto para él, no puede aceptar que te niegues a sus encantos, él intentará que cambies de opinión y sentirá que va ganando terreno a penas accedas a salir con él, una cena, quizás un baile, tal vez incluso otra cita en la que harán algo distinto, divertido, poco a poco sentirá que te lleva a la línea de meta y una vez que te lleve a la cama (que es la cima de la montaña para él) irá perdiendo el interés, y a penas tu «Don Juan» encuentre una nueva presa que perseguir, te dejará de lado por completo.
3. NO salgas con el despechado.
Aquella persona que acaba de salir de un matrimonio, una relación larga o similar, está predestinado a usarte, aunque esa no sea su intención, puede ser la mejor persona del mundo, puede ser el hombre de tus sueños, tu príncipe azul… Pero mientras se sienta herido sus sentimientos hacia tí no podrán ser leales o ni estables, dale espacio para sanar, una vez haya pasado su tiempo de duelo, puedes hacer un acercamiento.
4. NO salgas con el «arreglable».
Aquellos hombres que tienen defectos visibles como «toma mucho alcohol» o «es inmaduro» y demás NO SON «arreglables». Cometemos el error de pensar en «yo lo puedo hacer cambiar» o «el lo hará por mí». NO. Esto no va a suceder, nadie cambia por alguien más, cada persona cambia por elección propia, aunque puedes intentar forzar el cambio, si no viene honestamente de él no será real y lo más probable es que vuelva a ser quien realmente quiere ser.
5. No salgas con mentirosos.
Si hay un hombre que es amable, cariñoso, increíble pero te miente hasta sobre el color del cielo, no es saludable que salgas con él, jamás salgas con alguien que te miente desde un principio, una persona que jamás dice la verdad nunca tendrá tu confianza y eso es algo vital para cualquier relación.
De por sí no hay garantías que una relación con cualquier hombre funcione, sólo puedes intentar encontrar el más apropiado para ti, pero siempre recuerda que el respeto que mereces sólo lo puedes exigir tú misma, si tu no te respetas, ¿cómo esperas que los demás lo hagan?