Cuando hablamos de cuidado de la piel, suavidad y sedosidad son palabras claves. Para alcanzar esta meta debemos crear una rutina de cuidado personal asegurándonos de elegir los métodos correctos.
1. Limpia tu piel
La manera ideal de empezar una rutina siempre es limpiando. Ya sea la cara o el cuerpo, necesitamos que estén libres de cualquier suciedad para que la dermis pueda absorber los productos que aplicaremos más adelante.
Te recomendamos usar un gel de baño suave, puede ser sin olor, que no irrite ni reseque. No es necesario buscar ninguna característica especial en este producto ya que solo lo necesitamos como base de nuestra rutina.
2. Exfolia
Una vez a la semana, dedica tiempo para realizarte una exfoliación corporal.
Puedes realizarla con productos específicos para este tratamiento o crear tu propio exfoliante en casa con un poco de café y jabón. Aplícate la mezcla sobre todo el cuerpo masajeando suavemente con movimientos circulares. Te recomendamos ponerte un guante para no maltratar tus manos. El exfoliante removerá todas las células muertas, dando espacio para que la piel nueva sobresalga.
No te excedas con la cantidad de veces que aplicas exfoliante sobre tu piel a la semana ya que podrías hacerte daño.
En el rostro puedes exfoliarte con una mascarilla de avena en hojuelas y leche. Esta zona es mucho más delicada por lo que debes aplicar productos más suaves.
3. Hidrata
Tanto por dentro como por fuera, la hidratación es un paso clave. Tomar 8 vasos de agua al día es tan importante como aplicarnos la crema humectante en las mañanas y en las noches.
No importa si tu tipo de piel es seca o grasa, siempre es necesario hidratar. Al momento de escoger una crema hidratante, lo recomendado es fijarnos primero en el clima en el que nos encontramos. Si es un clima caliente lo mejor es una crema de textura ligera. Si es un clima frío, una buena opción sería una crema de textura pesada.
Todas las mañanas con la piel limpia aplica la crema de tu elección en rostro y cuerpo. Deja que se absorba y sigue con el siguiente paso de tu rutina.
4. Protege
Parte de tener una piel suave es mantenerla saludable. No expongas tu piel por largos periodos de tiempo bajo el sol. Todas las mañanas después de hidratar y antes de aplicar maquillaje ponte protector solar. Este paso es vital si quieres una tez de ensueño.
Si te gusta tener tu piel bronceada, la recomendación más sana es usar cremas con color gradual. Al contrario de los autobronceadores, el objetivo de este producto es hidratar la piel dándole un toque bronceado sutil.
Tener una piel suave es una tarea de constancia y dedicación. Aplica estos pasos y verás un cambio drástico en tu piel en poco tiempo.