Muchos aspiran al éxito de ser independiente, emprender, crear una empresa propia o trabajar desde casa, una aventura donde, 9 de cada 10 que lo intentan, fallan.
Dejar un trabajo con un salario estable, siempre suena arriesgado, aunque emocionante, muchos aspiramos a esa sensación de libertad, de dedicarnos a nuestro sueño y desarrollar nuestras ideas. Sin embargo, esta oportunidad se pierde cuando hay un monto de inversión insuficiente o una cuenta bancaria en ceros.
El dilema de si dejar o no el trabajo
Si tienes financiamiento de terceros o has ahorrado lo suficiente para sobrevivir mientras tu negocio despega, puedes renunciar. Sino, comprometerás tus finanzas al éxito de tu empresa y tus finanzas personales pueden seriamente afectar el desempeño de tu negocio.
Toma en cuenta que crear una compañía desde cero es sumamente demandante, y deberás invertir mucho tiempo en ello. Intenta que tu negocio no comience con pagos a préstamos, pues es una amenaza constante para cumplir con las fechas de pago.
Antes de dejar tu empleo, hazte estas preguntas:
- ¿De qué vas a vivir mientras surge tu empresa?
- ¿Cómo se financiarán los costos y gastos de tu compañía?
- ¿Por cuánto tiempo necesitarás respaldo financiero para que tu organización despegue?
Porque si no planificas estos temas de antemano, cualquier problema que se te presente puede presionarte a adquirir préstamos o créditos con tasas poco convenientes, haciendo cada vez más difícil la ejecución de tu proyecto.
Una propuesta clara.
Si tienes una idea, pero no un plan estructurado de cómo se va a ejecutar, preferiblemente desarrolla esa parte antes de renunciar a tu trabajo. No sólo te ayudará a prevenir futuros problemas, también puede ser beneficioso a la hora de conseguir financiamiento.
¿Cuándo es el momento perfecto?
Cuando tengas el capital suficiente como para sufragar la operación de tu negocio por varios meses, o cuando tu negocio produzca el dinero suficiente para cubrir los gastos y un poco extra de ganancia.
Cuidado con las olas.
Todo negocio tiene meses buenos y malos. por esto es tan importante tener la liquidez para mantener la empresa andando en los meses en los que los ingresos no sean tan abundantes. No saltes del barco solo porque tu primer mes fue bueno, las mareas cambian y cabe la posibilidad que el segundo mes disminuya , espera a que haya una estabilidad de ingresos, antes de abandonar tu empleo fijo.
¡Sí! Es emocionante emprender e iniciar tu camino a la independencia, pero si tu sentimiento de libertad tiene sabor a preocupación de cómo pagarás las cuentas, probablemente es una decisión apresurada.