Es notable que en la actualidad, las personas se interesan por cuidar su salud emocional, trabajar en áreas personales en las que necesitan apoyo y hasta ir a terapia sin ningún tipo de tabú. Hoy hablaremos de la inteligencia emocional, un término que recientemente se ha hecho muy popular.
¿Qué es la inteligencia emocional?
En simples palabras se puede definir como la habilidad de manejar tus emociones y no permitir que te controlen sin esconderlas o ignorarlas. Es aprender a interpretar las emociones de los demás y las emociones propias para después tomar decisiones inteligentes, saludables y que van en busca de la estabilidad emocional.
No es un secreto que en ocasiones nuestras emociones son tan fuertes que llegan a superarnos y actuamos por impulso. En la mayoría de casos, las decisiones o acciones que tomamos a raíz de un estallido de emociones nos traen consecuencias negativas.
Despídete del estrés de forma positiva
Estudios han comprobado que las personas que saben controlan e interpretar sus emociones tienen mejores relaciones interpersonales, mejor desempeño laboral y en general una vida más tranquila y feliz.
Lo que es innegable es que manejar un buen nivel de inteligencia emocional no es sencillo. Se debe a que esta forma de pensar y actual puede llegar a chocar con comportamientos y actitudes a los que estamos acostumbrados desde pequeños.
Desaprender hábitos que no son beneficiosos para nuestra inteligencia emocional
puede llegar a ser un reto. Por otro lado, si nos fijamos en todos los aspectos positivos que llegarán a nuestra vida una vez aprendamos a ser inteligentes emocionalmente, cualquier reto valdrá la pena.
5 pasos para tener mente positiva
¿Para qué sirve?
- Mejores relaciones interpersonales: Estar a cargo de nuestras emociones nos permite crear un comportamiento positivo que construye e impulsa en lugar de destruir. Podemos entender mejor las emociones de los demás y realmente comprender el motivo detrás de cada acción. Esto nos permite reaccionar de manera positiva, expresar nuestros pensamientos sin tener que recurrir a métodos como alzar la voz o dejarnos llevar por emociones negativas. Nos lleva a entender la causa y efecto de las situaciones sin permitir que nos afecte a tal punto de perder el control.
- Rendimiento laboral: la inteligencia emocional nos ayuda a desarrollar nuestras habilidades sociales, esto se refleja excelente en el ambiente laboral porque mejora la productividad de los empleados, el servicio al cliente y la comunicación en la empresa.
- Evita el estrés: Una sola discusión puede predisponer el humor para todo un día. Es sencillo indisponer nuestro ánimo cuando dejamos que nuestras emociones nos dominen. La correcta gestión emocional previene el estrés al regular nuestras emociones. Nos permite manejar mejor los conflictos o malentendidos que siempre estarán presentes en las interacciones sociales.
- Potencia el desarrollo personal: el desarrollo personal necesita de la inteligencia emocional para fluir de manera correcta. El auto-conocimiento es clave para el manejo y entendimiento de nuestras emociones.
- Reduce la ansiedad: la evaluación incorrecta de situaciones o personas es una de las causas de la ansiedad. La inteligencia emocional ayuda a corregir este aspecto negativo y concede suficiente confianza para desarrollar mejores perspectivas y evitar estos síntomas ansiosos.
Es muy importante entender que la inteligencia emocional no es lo opuesto a la inteligencia, no es el triunfo del corazón sobre la cabeza, es la intersección de ambas – David Caruso