Hoy encontré este escrito de una amiga en su cuenta de Facebook, le pedí permiso para compartirlo porque me parece que si hubieran más personas como ella, tendríamos un mundo mejor:
Soy Latina.
Soy una judía latina con un acento.
También soy blanca por raza.
Igual mi esposo.
Sufrimos brutalidad policial una vez por nuestra etnia.
Cada vez que hay un gran evento judío, tengo miedo por la vida de mi esposo. Miro a la puerta con miedo mientras me siento en la sinagoga durante las festividades, preguntándome si hoy es el día que alguien viene y nos mata a todos.
Pero esto es solo algunas veces al año.
Y no tengo que preocuparme por mi etnia porque soy blanca. Por lo menos no hasta que abro la boca.
Pero hay gente que vive en un profundo miedo cada día.
Gente que arriesga su vida, no solo reuniéndose en un lugar, o por su religión o profesión, pero simplemente saliendo de la puerta. Saliendo a caminar. Siendo vistos.
Madres y esposas que temen como yo temo, pero lo hacen CADA DÍA cuando sus hijos y esposos caminan hacia su casa. ¿Como se vive así? ¿Es eso una vida? ¿Cómo es esto justo?
Nunca sabré cómo se siente, nunca entenderé completamente; solo un vistazo de ello es aterrador. No tengo soluciones o ningún mensaje profundo o que les cambie la vida. Pero quiero decir que te veo, te siento y que realmente odio que tengas que vivir así. Y me haré cargo de que mis hijos no sean parte de ello, que sean agentes de solidaridad y apoyo.
Nosotros vemos el color.
Y lo honramos.
– Por una esposa, madre, judía latina que vive en Estados Unidos.