pareja

Muchas veces, olvidamos que el inicio de una familia viene de la unión de una pareja. Y damos por sentado que la familia debe ser una unión feliz de varias personas (incluyendo a los suegros), pero no es así, es la unión feliz de dos personas que se aman, se aprecian y se comunican.

Lo sé, la primera pregunta que salta a la vista es ¿Cómo puedo poner a mi pareja antes que a mi madre o mi padre? pues, aunque suene extraño, es nuestro deber preservar y cuidar más la relación de pareja que la relación de familia. Esto es porque la relación de pareja es mucho más frágil.

¿Por qué tu pareja tiene prioridad?

El problema mayor es nuestra percepción. En la actualidad nuestro compromiso suele estar limitado a nuestro pensamiento de «si se acaba, nos separamos y no pasa nada», esto lleva a que tengamos «una salida fácil» de la relación. Sin embargo, nuestra madre nunca podrá dejar de ser nuestra madre (aunque a veces quisiéramos cambiarla). Estamos 100% conscientes de la permanencia de nuestros progenitores en nuestra familia, son lazos irreemplazables. Los lazos con nuestras parejas en cambio, no son tan fuertes, si no se cuidan, se deterioran.

El problema con no entender esto, es que solemos cuidar más lo seguro que tenemos, en vez de lo inseguro. Y cuando hablamos de seguro, me refiero a que ¿cuántas veces has escuchado a alguien decir: «allá va mi ex-hijo» o «ese es mi ex-papá?». Y esto es así porque tu familia jamás deja de ser tu familia, no se pierde por un desacuerdo, sin embargo escuchamos mucho «allá va mi ex-esposa(o)».

Tu familia, puede pasar meses sin verse, días sin hablar, pero los padres, los hijos, los hermanos, los tíos, los sobrinos siempre seguirán siendo familia. Nadie dice «esa que está ahí fue mi mamá por 32 años» porque no importa lo que pase, ese lazo es seguro e irrompible.  Claro que hay problemas en cada familia y pueden haber peleas, pero no importa cuánto quieras ahorcar a alguno de los miembros de tu familia cuando alguno de ellos actúe de una forma que te parezca «inapropiada», siempre serán familia.

Al contrario del amor familiar, el amor de pareja es algo muy débil, se cansa de pelear, de intentar, de los problemas, de las discusiones, de las frustraciones. El amor de pareja se desgasta ante las presiones, pero hay que tomar la decisión de cuidar ese amor por encima del cansancio, de la rutina, de las peleas insignificantes y de los intentos fallidos para poder enfrentar los retos de la vida juntos.

Amar y cuidar a tu pareja es la mejor forma de proteger la familia y mantenerla unida, lo cual es especialmente importante cuando hay niños de por medio. Si la pareja es feliz y son capaces de mostrarse amor, comprensión, resolver diferencias y afrontar problemas juntos, los niños ven eso como un ejemplo positivo, ayudándolos a desarrollarse mejor emocional, intelectual y psicológicamente.

Por lo tanto, en el interés de mantener una familia unida debemos tomar en cuenta que el estar con nuestra pareja es lo que logra que el lazo familiar saludable continúe.

¿Cómo logramos mantener una buena relación con nuestra pareja?

  • Lo que a veces pareciera tonto o insignificante puede marcar una gran diferencia: ofrecer un gesto cariñoso, una palabra agradable o un detalle amable refuerza el sentimiento de compañerismo y respeto entre ambos.
  • Reavivar la llama de la pasión también es importante, estimular y complacer a tu pareja sexualmente logra fortalece la intimidad y confianza.
  • El tener pequeños momentos románticos íntimos (los dos solos) puede tener resultados increíbles cuando intentamos intensificar y afianzar el vínculo amoroso. Tómate el tiempo de planear un picnic para conversar, una caminata a la luz de la luna, una cena a luz de las velas, una salida al cine, tomarse un café juntos para hablar de todo y de nada, COMPARTIR es lo más importante para mantener la conexión con esa persona que es tan importante en tu vida y tan fácil de perder.

No permitamos que la costumbre, la repetición y los desgastes del día a día nos alejen de nuestra pareja que seguramente no fue fácil de encontrar, y que puede terminar destruyendo lo que tanto nos ha costado construir… Nuestra Familia.

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