Muchas mujeres nos quejamos de que actualmente la caballerosidad es un valor que se está perdiendo en nuestra sociedad. Pero realmente hay muchas influencias que han ayudado a desaparecer a los caballeros de poco a poco.
Muchos culpan al feminismo por la desaparición de esta «especie», cuando realmente el feminismo no debería influir negativamente en el carácter de un hombre, la independencia de una mujer es algo que debe fomentar a que los hombres sean amables y corteses. Sin embargo, las pequeñas cosas como abrir una puerta, ceder el paso, dar los buenos días al llegar, cederle el puesto a una mujer embarazada o ayudar a una anciana son costumbres perdidas en el mundo moderno.
Es imperativo que no dejemos perder estos bueno hábitos ya que son fundamentales en la convivencia de la sociedad, puesto que son la mejor manera de mostrar respeto hacia los demás y aportar mejorías a la cultura en general. Esto no es sólo para los varones, las chicas también deben ser criadas bajo estos estándares.
Para que la caballerosidad, o mejor dicho, la amabilidad, sea parte de nuestro modo de vida es necesario que la educación se intensifique desde la casa. Los padres y la familia son los que determinan los patrones que definen a las personas en las que se convertirán los niños. Además los niños tienden a imitar a sus mayores por lo que es crucial que seamos los primeros en poner el buen ejemplo, para así garantizar su formación apropiada.
Podemos determinar reglas para ayudar a nuestros niños a desarrollar aquellos valores que intentamos resaltar:
- Siempre tratar con respeto y buenos modales a los demás (adultos mayores y niños también)
- Saludar cordialmente cada vez que se entra a un espacio cerrado (un ascensor, banco, aula de clases, taxis, casas ajenas, etc.)
- No interrumpir a otra persona cuando esté hablando (ni aunque sea por teléfono)
- Las embarazadas, ancianos y los niños van primero al entrar o salir de un lugar, se les debe ceder el paso.
- Siempre se piden las cosas «por favor», se dan «las gracias», se dice «de nada», se pide «permiso».
- Ofrecer ayuda a las personas discapacitadas, embarazadas o ancianos.
- La violencia, las burlas y las humillaciones son acciones negativas que deben ser eliminadas de la cultura.
- Ser paciente, controlar las emociones negativas y reacciones impulsivas les muestra a los niños cómo deben reaccionar ellos.
- Saber pedir disculpas y saber perdonar las faltas de los demás.
Todos debemos poner de nuestra parte para ayudar a rescatar la amabilidad, lo que significa que aunque no tengas hijos, puedes darle el buen ejemplo a los niños de tu familia, a los de tu barrio y hasta los que encuentras por la calle.