¿Alguna vez has sentido que quieres destruir algo, sólo porque estás sumamente enojado? ¿Puedes controlar tu impulso de pegarle a la pared?
Muchas veces nos resulta difícil controlar nuestra ira y tienes que sacarla de alguna forma. Lo importante es saber cómo sacar ese sentimiento de rabia antes de que te lleve a algún problema o a lastimar a un ser querido o incluso a ti mismo.
El sentimiento de rabia o de ira que te invade en algún momento por una situación específica puede afectarte física y emocionalmente, y hasta puede infectar otros aspectos de tu vida que no tienen relación directa con la situación ya sea la familia, el trabajo, relaciones, etcétera.
Por eso tenemos unos tips para ayudarte a controlar tus reacciones en el calor del momento:
- Intenta dormir, el dormir te relaja y ayuda a eliminar la tensión.
- Respira. Sí, suena trillado pero realmente respirar profundamente calma los nervios. Repítelo por lo menos cuatro veces, dejando que tu diafragma se expanda lo más posible. Si necesitas ayuda, hay apps que te guían con la respiración.
- Cuenta de 10 a 1, lentamente, te da tiempo para relajarte mientras mantienes tu mente ocupada.
- Sonríe. Aunque al inicio se sienta forzado, llegará el momento en el que tus emociones se vuelvan positivas.
- Ponte activo, has ejercicio, corre, pégale a una bolsa de arena, salta la cuerda, además de liberarte del enojo, es bueno para la salud.
- Cierra tus manos, no en forma de puño, no queremos que le vayas a pegar a alguien, sólo dobla tus dedos con fuerza para liberar frustración (apretar una bola contra el estrés funciona mejor)
- Busca focos de diversión, videos graciosos, lee chistes, mira películas de comedia, tal vez no sientas ganas de reírte cuando te enojas, pero te ayudará si te abres a la oportunidad.
- Escucha música, dependiendo de lo que necesites, puedes poner música con un ritmo fuerte que te permita cantar a todo pulmón y bailar para liberar tu enojo o puedes escuchar algo con un tono calmado para que te relaje. Ve con lo que te suene mejor en el momento.
- Piérdete en lo que amas hacer: leer, cocinar, facebook, videojuegos, etcétera.
- Si tienes creencias religiosas, rezar puede ayudarte en un momento de furia.
- Toma algo que no necesites como un pedazo de madera, hojas, tela o una almohada vieja y destrúyelo con un martillo, hacha, tijera (dependiendo de qué sea, evita cosas que puedan herirte como platos de vidrio o cosas filosas)
También puedes modificar ciertas cosas en tu rutina diaria para ayudar a manejar tus frustraciones de una forma efectiva y a largo plazo:
- Evita sustancias que te pongan irritable: la cafeína, alcohol y otras drogas pueden aumentar tu ansiedad a la larga haciéndote sentir hostil y enojado.
- No contengas tu rabia, suprimirla sólo logrará que regrese en otro momento, probablemente inapropiado. Además, si no le dejas saber a la otra persona lo que te molesta, lo más probable es que el comportamiento se repita.
- Habla con la persona que te hizo enojar, explicándole (en una forma no violenta) lo que te enojó. Recuerda hacer esto cuando ya sientas que puedes hablar de la situación sin explotar.
- Elimina las cosas o personas que te molestan de tu vida, si no puedes hacerlo porque forman parte integral de ella, evita contacto directo y las confrontaciones.
- Dibujar o escribir es terapéutico, puedes escribir sobre la situación que te molesta para liberar tus sentimientos al respecto o pintar la imagen repetitiva que tienes en la cabeza.
- Busca a tus amigos, puedes buscar a alguien en quien confíes y soltarle tus pensamientos y frustraciones o simplemente reunirte con un grupo de amigos para distraerte, recuerda tener una buena actitud si decides tomar la segunda opción, no quieres ahuyentar a tus amigos con tu malhumor.
- Meditar todos los días ayuda a calmar los nervios y evita que te enojes; esto sucede porque el meditar le paz a tu mental y ayuda con tus problemas, despejando tu mente. Meditar también te ayuda a actuar liberado de emociones por el resto del día, por lo tanto es aconsejable que lo hagas durante las primeras horas y en un lugar tranquilo, lejos del estrés, los gritos, los niños y los ruidos molestos, ya que ser interrumpido constantemente al intentar meditar sólo incrementa tu enojo.
- Recuerda que el enojo es una emoción humana, totalmente natural, aunque el sentimiento sea muy intenso en el momento, hay que recordar que como personas, todos pasamos por esa experiencia y que no podemos escapar de ciertas emociones.
- Aceptar que lo que sucedió no se puede cambiar, que debe quedar en el pasado, debemos agradecer que ya terminó y que no han habido peores consecuencias (siempre puede ser peor).
- Piensa en lo que aprendes de la situación, incluso las experiencias más difíciles nos enseñan algo. Reconocer lo que has aprendido te ayudará a soltar las emociones negativas y puede que te sientas incluso agradecido por la lección.
- Piensa en las cosas buenas que te han sucedido. Es muy difícil dejar atrás las memorias negativas, especialmente si son traumáticas, pero tómate siempre el tiempo de apreciar los momentos agradables que has pasado, ya sea con una persona que amas, o alguien que ha hecho algo bueno por ti o la última vez que te reíste tanto que se te salieron las lágrimas.
- Trata de no pensar en lo que te enoja distrayendo tu mente. Imagina tus próximas vacaciones en una playa con arena blanca y agua cristalina, o tal vez piensa en cómo quieres decorar tu cuarto, en la vista desde la torre Eiffel, y cuando vuelvas a la realidad te sentirás equipado para manejar mejor tu día.
Recuerda que estos son consejos y no reglas, no hay garantía de que todas funcionen para ti específicamente, pero alguna de ellas o quizás varías de ellas pueden ayudarte a encontrar la calma en medio de la tormenta. Si aún así no logras controlar tus arranques de furia, debes ir a terapia para que un profesional te aconseje de una forma más apropiada que vaya acorde a tu problema o se ajuste mejor a tu personalidad.
